Florencia, la sobrina de Lázaro Víctor Sotacuro, el hombre de nacionalidad boliviana acusado de manejar la camioneta blanca en la que llevaron a Morena Verdi (20), Brenda Del Castillo (20) y Lara Gutiérrez (15) desde La Matanza hasta Florencio Varela, fue detenida.
La mujer estaba en el supuesto auto de apoyo junto a su tío, de acuerdo a las imágenes de las cámaras de seguridad. Efectivos de la DDI La Matanza y Policía de la Ciudad concurrieron al canal A24, donde Ibáñez ofrecía una entrevista junto a su abogado Guillermo Endi.
Las autoridades realizarán “el acta en la Ciudad” por la jurisdicción y luego será trasladada a La Matanza. El defensor dialogó con la prensa y afirmó que su asistida es “inocente”, a la vez que denunció “amenazas” contra la sobrina de Sotacuro, quien es la séptima apresada en el caso luego de las capturas de Miguel Villanueva Silva, de 25 años; María Celeste González Guerrero (28); Daniela Ibarra (19) y Andrés Parra (18), alojados en el complejo de Melchor Romero, en las inmediaciones de La Plata.
Por su parte, Ariel Giménez, el hombre que habría sido contratado para cavar los pozos donde se enterraron los cuerpos, los cuales fueron cubiertos con hormigón, se negó a declarar este martes, mientras que continúan las búsquedas de Julio Valverde, alías “Pequeño J”, y su mano derecha, Matías Agustín Ozorio, de 23 años.
En tanto, Silva, María González Guerrero, Ibarra y Parra, los primeros cuatro arrestados se encuentran alojados en el complejo platense citado. A su vez, Sotacuro, de nacionalidad boliviana, pero con documento argentino, fue atrapado el viernes en Villazón y las autoridades concretaron su extradición.
Este hombre era el chofer de la camioneta blanca en la que llevaron a las tres chicas desde La Matanza hasta Florencio Varela, donde finalmente fueron salvajemente asesinadas.
Defensa de Burlando
Por último, los familiares de Brenda Del Castillo se reunieron durante dos horas con el abogado Fernando Burlando y confirmaron que desde este momento comenzará a ser el patrocinante junto con su equipo de defensores.
Javier Baños, integrante del equipo de Burlando, sostuvo que “Pequeño J no es el único responsable” y que “este delito merece la pena de muerte. No tienen perdón de Dios”.
En este sentido, sostuvo que no existe “posibilidad de reinserción si hubo tanta maldad” y que una persona que le “cortó los dedos a una chica de 15 años no merece otra resolución de pena”.
Respecto a la reunión, contó que se realizó en el despacho de Burlando en Puerto Madero, que duró dos horas y se pidió un equipo serio de abogados: “Recién estamos empezando a estudiar el caso. Hay muchos datos para aportar”.
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