Un trágico episodio generó una profunda conmoción, luego de que se conociera la noticia de que un pequeño de tan solo dos años falleció luego de caer por el hueco de un ascensor desde el octavo piso. En niño fue trasladado de urgencia hasta el centro de salud más cercano, pero los médicos poco pudieron hacer para salvarle la vida y, lamentablemente, murió a raíz de los golpes sufridos.
El hecho se registró durante la tarde de ayer, en un edificio de 10 pisos y planta baja ubicado en la avenida Avellaneda al 2400, en el barrio porteño de Flores. Tras ser alertados mediante un llamado al 911, las autoridades fueron convocadas al mencionado lugar y los Bomberos de la Ciudad concurrieron para intentar salvar al menor que había caído al subsuelo por una supuesta falla en la puerta del elevador.
Si bien todavía restan esclarecer algunos detalles acerca de lo sucedido, la principal hipótesis que manejan los investigadores es la que señala que se trató de alguna irregularidad en el sistema. De todos modos, con el correr de la pesquisa y los datos que se puedan recabar con las tareas de los peritos, se obtendrán más precisiones sobre la situación fatal.
En este sentido, trascendió que una unidad de la colectividad judía, conocida como Jevra Hatzalah, asistió al pequeño hasta que arribó personal del SAME a bordo de una ambulancia. Tras una breve atención en el lugar, los médicos realizaron maniobras de reanimación cardiopulmonar y luego trasladaron al paciente hasta el Hospital Teodoro Álvarez, ubicado a pocas cuadras.
Sin embargo, a pesar del esfuerzo realizados por los profesionales de la salud que los asistieron, el niño falleció en el nosocomio como consecuencia de politraumatismos y un paro cardíaco. En tanto, sus padres recibieron contención psicológica y en el operativo participaron efectivos de la comisaría Vecinal 7 C.
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