Luego de que la provincia de Buenos Aires anunciara que el brote de sarampión originado en febrero había sido controlado, se confirmó un nuevo episodio que vuelve a encender las alarmas. Las autoridades señalan como causa la falta de prevención por parte del Gobierno nacional.
La alerta se dio a raíz de una familia de cuatro personas que viajaba desde Bolivia hacia Uruguay con la enfermedad. En el trayecto pasaron por varias provincias argentinas, usaron transporte público y realizaron distintas actividades. Les integrantes habían presentado síntomas, pero continuaron con sus rutinas. Para el 14 de noviembre ingresaron por Salta para regresar a Uruguay por tierra.
El nuevo alerta epidemiológico se dio a conocer de la mano del ministro de Salud, Nicolás Kreplak, quien también señaló que “este gobierno de ajuste y ausencia de gestión no se ocupa de sus responsabilidades”. Además, repudió el evento antivacunas impulsado por legisladores libertarios.
El ministro se refirió al Congreso convocado para el 27 de noviembre, llamado “¿Qué contienen realmente las vacunas COVID-19? Perspectivas legales, políticas, económicas, genéticas e infectológicas”. La actividad fue impulsada por la legisladora del PRO por Chaco, Marilú Quiroz.
No solo desde la Provincia repudiaron el evento: el Colegio de Médicos de la Provincia de Buenos Aires pidió que el Congreso se suspenda, debido a que el contenido puede generar un efecto negativo en la población, en un contexto donde comienzan a aparecer brotes de enfermedades que hace años se mantenían controladas, como sarampión, tos convulsa y hepatitis A.
Las autoridades se encuentran en búsqueda de nuevos casos que hayan compartido espacios con la familia, dado que el virus puede permanecer en el aire hasta dos horas después de que la persona infectada abandona el lugar. A la par, divulgaron un listado con los transportes en los que estuvo la familia para que la población esté atenta a los síntomas, que pueden presentarse entre 8 y 12 días después del contacto.
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