La recesión en Argentina se consolida de manera alarmante en distintas provincias del país, y en los últimos meses comenzó a afectar incluso a alimentos de primera necesidad. De acuerdo a las Cámaras empresariales de las provincias de Corrientes, Santiago del Estero, Jujuy y Catamarca, la pérdida del poder adquisitivo de la población es el principal factor para la importante caída del consumo, que ahora se vuelve estructural.
En Corrientes, el presidente de la Cámara de Distribuidores Mayoristas del Nordeste argentino, Maximiliano Beigbeder, calificó el escenario como “paupérrimo”. En declaraciones radiales, el titular de la cámara reveló que en mayo la caída interanual del consumo osciló entre un 10% y un 12%, aunque enfatizó que “lo más preocupante es que ya no se trata solo de artículos de lujo o prescindibles, sino de productos básicos” como el pan, la carne, el pollo, el aceite y los congelados.
En Santiago del Estero, el presidente del Mercado Frutihortícola y de la cooperativa CoMeCo, Daniel Occhionero, describió un panorama similar al afirmar que las ventas “están bajísimas”, y que la situación en la provincia es de “recesión profunda”. Según sus palabras, hay una sobreoferta de mercadería, pero la demanda no responde: “El país entero está atorado de mercadería en todo lo que es frutihortícola. Es llamativo porque los precios son accesibles, pero aún así el consumo no reacciona”.
En Jujuy, el presidente de la Cámara de Comercio, Alejandro Bustamante, aseguró que “mayo fue un mes para el olvido” por la recesión profunda que se presentó en las ventas. En declaraciones radiales, el mercadista planteó su preocupación por la sustentabilidad del sector, y remarcó que “muchos comerciantes han visto caer fuertemente sus ventas, aunque por ahora no se resiente la permanencia de los locales, pero siguen aguantando, esperando un repunte que no llega”.
En la provincia de Catamarca, el empresario gastronómico Esteban Cano informó que su sector también sufre una importante caída del consumo, y recordó que desde diciembre la recesión ronda entre el 30% y el 35%. “Estamos hablando de un tercio de lo que normalmente tenemos como actividad”, precisó.
En todos los casos mencionados, la conclusión es la misma: el consumo no se recupera, ni siquiera ante precios bajos y mercadería disponible. La recesión golpea sin distinción a los sectores más bajos del país, y compromete tanto la rentabilidad de los comercios como la estabilidad del empleo en las economías regionales.
dixitp