Estudiantes de La Plata atraviesa una semana de esas que oxigenan: ganó, descansó y arrancó el martes con pilas cargadas. Tras el triunfazo 1-0 ante Racing en Avellaneda, el plantel albirrojo volvió a entrenarse en City Bell con la moral por las nubes. La victoria, además de dejarlo puntero de la Zona A junto a Barracas Central, le dio un envión anímico clave al equipo de Eduardo Domínguez, que fue elegido como el mejor director técnico de la fecha 3 por la Liga Profesional.
El reconocimiento a Domínguez llega en un momento crucial. Después de un semestre inestable y con su continuidad en duda, el entrenador se fortaleció tras dos victorias consecutivas (ante Huracán y Racing) que devolvieron al Pincha a los primeros planos. Consolidado en el banco, el técnico busca estabilizar el rendimiento del equipo y proyectar un semestre que, de sostener esta levantada, puede ser prometedor.
Sin embargo, mientras el cuerpo técnico piensa en el próximo desafío, el mercado de pases vuelve a sacudir la tranquilidad en La Plata. Hay dos nombres fuertes que podrían salir en los próximos días: Lucas Alario y Ramiro Funes Mori. El delantero, que llegó en enero con mucha expectativa, perdió terreno en la consideración del DT y ahora suena con fuerza en Tigre. Desde Victoria ya hubo contactos concretos con su representante y con la dirigencia de Estudiantes.
Alario tiene contrato hasta diciembre, con opción de renovar por dos años más, pero desde el club no verían con malos ojos su salida si la oferta cierra desde lo deportivo y lo económico. Similar es el caso de Funes Mori, que también quedó relegado y podría emigrar si se activa alguna propuesta firme desde otro club de la Liga Profesional.
Mientras tanto, Estudiantes entrena y sonríe. Sabe que hay mucho por mejorar, pero también que hay razones para creer. Y si el equipo sigue por este camino, más de uno se va a empezar a ilusionar.