La historia de Marcos Rojo en Boca parece haber llegado a su capítulo final. A pesar de tener contrato hasta diciembre, el zaguero de 35 años dejará el club tras el Mundial de Clubes. Este sábado, luego de la derrota ante Bayern Múnich por 2-1, el defensor no se entrenó a la par del grupo y encendió las alarmas: acusó una molestia muscular, habló con Miguel Ángel Russo y se retiró al gimnasio. La actitud, sumada a otros gestos en días previos, terminó de agotar la paciencia del cuerpo técnico.
La gota que rebalsó el vaso fue su comportamiento durante el partido ante los alemanes. Desde el banco de suplentes, Rojo prácticamente no participó del precompetitivo junto a sus compañeros. Apenas trotó unos minutos y luego se sentó sin razones físicas aparentes. En un plantel golpeado, con jugadores lesionados que igual se entrenan con intensidad, la conducta del ex Manchester United fue mal vista por todos. Y no es la primera vez.
Con este panorama, su salida del club es inminente. Pero el futuro inmediato también es una incógnita. En las últimas semanas surgió el rumor de un posible regreso a Estudiantes de La Plata, el club que lo vio nacer. Sin embargo, desde la dirigencia albirroja descartaron esa chance de plano. Según pudo saber diario Hoy, las puertas del León están cerradas para Rojo, tanto por su controvertida decisión de ir a Boca en 2021 como por sus reiterados vaivenes posteriores.
Incluso, parte de la hinchada manifestó un rechazo fuerte: la agrupación “Los Leales” lo declaró persona no grata y en redes sociales se viralizó una imagen de Rojo con la camiseta de Boca y un mensaje contundente. La relación está rota, y el tiempo no parece haber sanado las heridas.
Mientras tanto, Estudiantes continúa con su pretemporada en el Country Club de City Bell. Tras cinco días de entrenamientos exigentes y doble turno, este domingo fue jornada libre para el plantel. La novedad en la semana fue la inclusión de los juveniles Lucas Cornejo y Mikel Amondarain, figuras de la Reserva que se sumaron a los trabajos con el plantel de Primera.
Guido Carrillo y Gabriel Neves siguen entrenando de manera diferenciada, mientras que Facundo Rodríguez bajó la carga de trabajo por una fractura en el pulgar derecho. Eduardo Domínguez aguarda la llegada de Fernando Muslera, prevista para mañana, y espera por refuerzos que potencien un equipo que tiene por delante tres desafíos fuertes: la Supercopa Internacional ante Vélez, el Torneo Clausura y la serie de octavos de final de la Libertadores ante Cerro Porteño.
Rojo, en cambio, deberá buscar otro rumbo. Porque en Boca ya no encaja y en Estudiantes no lo esperan.
diario hoy